jueves, 25 de noviembre de 2010

Injured a la carta


  ¿De verdad todavía alguien cree que Alicante está muerta? ¿Siguen vivos los escépticos de barra, los protestones sofistas, los pesimistas apoltronados? Me da risa esa pereza alicantina que a veces se cuela, aunque cada vez menos, en el discurso gastronómico que algunos pretenden que nos comamos. En las ponencias a las que nos han invitado siempre he dicho lo mismo: sólo basta con leer Üalà. O caminar.

  Un ejemplo. El jueves pasado quedé con unos amigos en el Jendrix, y cuando llegué había dos artistazos sobre el escenario. Tardé poco en darme cuenta de que era Cintia, la cantante de Injured, acompañada por Adri del Pino, guitarrista del grupo. Ahí estaban los dos valientes, dispuestos a hacernos pasar una de las noches musicales más entrañables y emotivas que recuerdo.

  Y es que todos los jueves de 22:00 a 0:00h, Cintia y Adri ofrecen un concierto acústico de versiones donde, a modo de Karaoke Total, en la barra te dan un listado con cientos de canciones míticas y unos papelitos donde pones el número de los temas que quieres escuchar. Luego se lo pasas a los músicos, y ya sólo queda disfrutar de una gente cuya humildad no esconde su talento.

  Porque la voz negra de Cintia se te adhiere como pocas a los poros de la piel, mientras la guitarra de Adri se pasea, sutil y precisa, por cada rincón de tus recuerdos o tus anhelos. Envuelven ambos con su música y su simpatía cada segundo de la noche. Ahí nos tenían, agarrados por los huevos -cada uno a los suyos-, a un grupito estándar de alicantinos esaboríos que se quitó esa noche la máscara de la vergüenza y el desapego.

  Tanto fue así que se nos pudo ver cantando desde nuestra mesa con músicos de nuestra ciudad temazos como Yesterday, The Other Side o The Man Who Sold The World, emocionados con Creep, Knockin' on Heaven's Door, y por supuesto Wish you were here, de los Pink Floyd. Gracias, muchas gracias a todos los personajes que conformaron aquella noche mágica de otoño.


Fotos: La primera, Adri y Cintia un jueves de versiones en el Jendrix. Ésta segunda la pongo porque me parece un concepto divertido para la nueva sesión de fotos de Injured, grupo al que pertenece esta pareja artística que tanto nos hizo disfrutar el otro día.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Ya es Navidad en el Richart


  Primera patada navideña. El martes entro al Richart, el bar que hace esquina entre Campos Vasallo y Manuel Antón (la calle de La Galería) y me encuentro con el primer árbol de la temporada. Sentí un escalofrío por mi cuerpo. Ya está aquí otra vez, y aunque ahora sea vulgar odiar la Navidad, no puedo dejar de ser un maldito Grinch.

  También es un tópico, pero no por ello deja de ser cierto: cada vez se adelanta más, lo que me hace el suplicio más longevo. Si el cambio climático nos regalará antes de lo esperado playas en Madrid, nuestras ansias navideñas van a provocar que coloquemos belenes en junio. Sonarán villancicos en los chiringuitos, desayunaremos roscón de reyes en agosto y cenaremos con nuestras suegras y cuñados, día sí, día también. A propósito de esto último, Godoy tiene una frase maravillosa: 'Me gusta recibir cartas de la familia. Eso significa que están lejos, lejos, lejos...'

  Lo único que me gustaba de estas fechas es que Lokagafalta saltaba a los escenarios con sus Villancínicos. Pero Lokagafalta se han separado. Tengo entendido que Tomás está actuando solo, no sé si se atreverá con esta obra sin su compinche Sergio. Así que no queda más que resignarse y esperar. Por lo menos, la Navidad no hace desaparecer los bocadillos de salchichas del Richart. Son los mejores del planeta, os lo aseguro. Ais, el Richart. Es un tío que se merece un post para él solito. Ya os hablaré de él.